Despierta. Una mosca revolotea alrededor de la lámpara, olvidó apagarla.
Creerá que es un pastel de miel, que rima con hiel, lunas de. Dosel. Camas con dosel en las películas. Abre más los ojos: despertarse del todo y con todo. Sabe que algunos han muerto mientras dormía y algunos han nacido.
La última canción que escuchó, decía entre otras cosas whith you, pero también podría haber dicho que brillaba el sol en los ojos de alguien, siempre sunshine. Y aquella T, como un techo. A cubierto, cobijándose, si lloviera o el sol fuese insoportable. La mosca desapareció. Se ha dado cuenta de que hay dos vasos vacíos. ¿Qué bebió dos veces? Vasos comunicantes. Elaborando anuncios de batidos. Tal vez la canción dijera I’m drinking your lips, debería escucharla de nuevo.
Un solo no es igual que uno solo ni que sólo uno. ¡Qué tontería! Es mejor pensar de noche, las mañanas segmentan todo, como si hubiera que hacer acopio de provisiones para el resto del día. O tomar notas. Los estribillos no son el resumen de una canción, es lo que suele cantar todo el mundo. Así pues, los estribillos son eslabones comunitarios.
Hay demasiadas personas en este cuarto y sin embargo cualquiera afirmaría que está vacío. ¿Si las paredes estuvieran pintadas de verde, habría que pintar margaritas? ¿Estaría entonces en Méjico? Pintaría pájaros azules y no sabe a qué lugar le llevarían. Es demasiado temprano para saberlo.
Ahora hay dos moscas, una en el borde de uno de los vasos y otra en el borde del otro. Han llegado a un acuerdo territorial, cada vaso un reino. Bebió algo dulce, ahora lo recuerda.
Recuerda, además, a alguien más bebiendo. ¿Una imagen en el espejo? ¿Por eso los dos vasos? A las moscas les ha venido bien, están paseando por el interior, una en el interior de uno y la otra en el interior del otro.
No es justo, piensa, que esos dos bichos insignificantes tengan alas y yo no.
-Tú tienes alas, algunas veces.
-¿Por qué no has dicho nada hasta ahora? Sabes de sobra que no me gusta que me leas el pensamiento.